jueves, 17 de julio de 2014

Por tierras de Cariño y Ortegal


El pasado fin de semana (12 y 13 de julio), como viene siendo tradición, nos reunimos un grupo de amigos procedentes de Galicia, Asturias y León para pasar un fin de semana juntos. Esta vez tocaba Galicia, y gracias al amigo Anxo "Kplan", pudimos disfrutar de una magnífica casa rural en el pueblo más al norte de España: Cariño. Tras el café de rigor y unas compras de Ventresca de Atún en la conservera de la localidad, comenzamos la actividad.












En primer lugar visitamos San Andrés de Teixido, cuya capilla es el segundo lugar de peregrinación religiosa de Galicia después de Santiago de Compostela. Según el dicho popular, "A Santo André de Teixido, vai de morto quen non foi de vivo", por lo que se ha convertido en "obligación" hacer una visita a su iglesia en vida, no siendo que queramos reunirnos con todas las almas en pena que dicen que lo visitan después de muertos, lamentándose por no haberlo hecho antes. Se trata de un templo muy sencillo, situado en un paraje excepcional, cerca de los acantilados y rodeado de praderas verdes. Como ocurre en otros lugares de Galicia, además de verlos en el altar del templo (figuras, piernas, brazos, cabezas), podemos encontrar atados en las cercas que delimitan los terrenos circundantes cientos de exvotos en forma de un trozo de bolsa de plástico atado que puede contener un texto escrito, un anillo, una prenda o cualquier otra pertenencia de alguien que formula un deseo al santo o agradece lo conseguido.






En el camino a la aldea, que bordea unos de los acantilados más altos de Europa, existen multitud de miradores, del que destacamos uno muy cercano a un parque eólico donde paramos a la ida, y otro que recuerda al actor hollywoodiense Leslie Howard, a la sazón espía británico en la II Guerra Mundial, cuyo avión fue abatido por la Luftwaffe alemana cuando sobrevolaba la zona y donde se ha erigido un monolito en su recuerdo, muy cerca del omnipresente Crucero gallego que preside el mirador.














Tras el paseo, una comida con sobremesa en la casa rural, regada con sidra asturiana escanciada magistralmente por su "embajador" Javi "Tandez" y un breve recorrido por las "instalaciones" de "Río da Cruz", el increíble alojamiento que disfrutamos... incluso dio tiempo a estrenar mi nuevo objetivo macro :)









Después de comer, y acompañados de "la autoridad" (la propia alcaldesa de Cariño nos hizo de guía), hicimos varias paradas para conocer algunos de los muelles que rodean la extensa ría de Ortigueira, algunos ya abandonados y otros activos, como es el caso del embarcadero de Sismundi.












De nuevo una parada "técnica" en Cariño para "repostar" y disfrutar de la música popular de la verbena montada en el pueblo, nos dirigimos hacia el Faro del Cabo Ortegal para disfrutar de una fantástica puesta de sol. Desplegamos trípodes y gozamos de la fotografía.



Cuando el sol ya estaba por debajo del horizonte, nos dirigimos de nuevo hacia nuestro alojamiento, donde disfrutamos de una larga velada nocturna, primero con un pantagruélico churrasco y para rematar una deliciosa queimada gallega con su conxuro y todo (""Mouchos, coruxas, sapos e bruxas; demos, trasnos e diaños..."). A "altas horas" de la madrugada, ya cansados (uno va teniendo una edad), nos dirigimos a "nuestros aposentos" a reponer fuerzas para el domingo.







Con diferencia (!), fui el primero en levantarme, y me dio tiempo a dar un paseo alrededor de la casa rural buscando "bichos gallegos". Luego el desayuno en grupo, acompañado por una fantástica bica y unas magdalenas caseras "gigantes" para chuparse los dedos (doy fe), ambas realizadas por las magníficas reposteras que son las hermanas Julia y Ángeles.



Como la noche fue larga, la mañana fue corta, y únicamente nos dio tiempo a visitar uno de los sitios a los que sin lugar a dudas MERECE LA PENA ir para disfrutar sus increíbles vistas: el mirador de Miranda, desde donde, casi a vista de pájaro, podemos admirar la belleza de la ría de Ortigueira e Ladrido, desde Cariño hasta Ortigueira, pasando por Estaca de Bares. Os aconsejo que veáis a tamaño grande la panorámica de 15 fotos que figura al final de esta entrada. De camino, realizamos la foto de grupo que aparece al principio.


Reconfortados con las magníficas vistas, la comida de despedida fue en Cariño, desde donde quedamos citados para la próxima reunión, que, Dios mediante, tocará por tierras asturianas.



Más fotos y retratos en el foro.

¡¡Hasta la próxima!!




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